miércoles, 29 de junio de 2016

Solo las personas que se atreven a ir demasiado lejos logran descubrir hasta dónde pueden llegar.
T. S. Eliot

Puedo, pero no quiero

Sé que llegará el día. Lo sé. Soy consciente de que tarde o temprano tendré que afrontar mi vida sin tí en ella. Y sé que podría hacerlo; podría vivir sin ti. Lo sé. 
La verdad, aunque nos cueste aceptarlo, es que nadie es imprescindible en este mundo. Nadie sin excepciones. Pero contigo, sin embargo, no es el que pueda el problema o la cuestión, es el que quiera; porque no quiero si no estás a mi lado. No quiero nada sin ti.
SML

martes, 28 de junio de 2016

Mis galletitas


A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista, luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.

Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela despreocupadamente.

La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.

Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.

La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.

Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última galletita. "No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.

Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le ofrece media a la señora.

- ¡Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.

- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.

El tren llega.

Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: " Insolente".

Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ¡Intacto!
Jorge Bucay

lunes, 27 de junio de 2016

Resultó que...

Y resultó que sus manos encajaban perfectamente con las mías. Así como si hubiera encontrado la pieza complementaria de un puzzle.
Y es que resultó que su sonrisa hacía crecer la mía. Así como una gota de agua caída sobre el agua se expande a gran velocidad.
Y es que resultó ser lo que no esperaba que sería; la persona imperfecta más perfecta que conocía.
SML
Porque si no sabes mirar lo que tienes y valorarlo, lo perderás; y entonces ya será demasiado tarde.
SML

martes, 21 de junio de 2016

¡Bienaventurado aquél que sin fijarse en mis ramas ni en mis frutos llegue a mí sólo por amor, por ansia de tenerme y de mirarme con enamorada rabia!
Miguel Hernández

viernes, 17 de junio de 2016

Botones

Soñando,
soñando siempre,
toda la vida
con poder dar la vuelta a los relojes.
Y que no existiera aquella tarde
en que me dejaron por primera vez con doce años.
Ni aquella mañana en que me dejaron por última vez con veintiocho.

A lo largo de mi vida
he querido rebobinar demasiadas cosas
y no lo conseguí nunca.

Ya no le pido un botón de rebobinar al mundo.

Es más sencillo.

Me conformo con que alguien le dé al pause,
ahora que duermes conmigo
y tu cuerpo es un milagro
que flota cada noche entre mis manos.
Marwan


Te quiero

Nunca he pronunciado un "te quiero" a oídos inmerecidos. Y nunca lo haré. Jamás he escrito un "te quiero" a unos ojos indebidos. Y jamás lo haré. Porque solo hay una manera de decirlos con absoluta sinceridad, y es sintiéndolos en el alma.
Me refiero a esos que vamos elaborando paso a paso, con todo nuestro amor. Que horneamos a fuego lento para que crezcan hermosos, y que finalmente servimos calientes en las manos de quien nos recibe sonriente, impaciente a vernos llegar. De quien nos acoge siempre con los brazos abiertos y no espera nada a cambio. Esa persona que es honesta, desinteresada, empática, simpática y agradable. Solo esa persona que nos ama incondicionalmente, que te mira y te hace brillar, que cree en tí. Solo y únicamente ese tipo de persona, merece en el momento más inesperado de su vida mis dos palabras más profundas y menos usadas, "TE QUIERO".

Y espero que ahora entienda por qué, y sepa que no soy de "te quieros" fáciles, ligeros, ni oportunos. Sean susurrados o gritados a pleno pulmón, serán efusivos, inocentes, espontáneos; pero sobre todo, verdaderos.
SML 

jueves, 16 de junio de 2016

Amor soñado, amor anhelado

Siempre soñé con un amor que te arropa en las noches con sus brazos, y desvelado te admira mientras duermes. Un amor sincero, sin complejos. Que te permite ser tú, y siéndolo se enamora de tí cada día. Un amor sin trampas, sin barreras. No necesariamente eterno, pero sí real.
SML
Podemos pedirle al universo todas las señales que queramos, pero al final solo vemos lo que queremos ver, cuando estamos listos para verlo.
Ted Mosby (How I met your mother)

miércoles, 8 de junio de 2016

Con acento

Me aburren las tardes sin tí.

Así, con acento,

porque eres algo insólito
y no soporto la idea de tratarte como algo ordinario.
Así, con acento,
porque eres uno de esos errores que nunca comento.

He pensado en acentuar siempre la í, cuando se refiera a tí,

porque eres tú quien le da fuerza a mís días,
sabor a mís sentidos.
Porque eres eso que me falta cuando no estás,
porque soy una î cuando no acentúas mís besos.
Porque mi î no es í sin tí.
Porque sin tú saberlo
le das sentido a todos mís acentos.
Patricia Luna

Si me quiere en su vida, sepa...

Si usted me quiere en su vida debe saber que mi amor es sincero, alocado, intenso. Que no permito que me quieran a medias. Que los abrazos y besos serán mis mensajes y las palabras simples soplos de aire. Si usted me quiere en su vida sepa que soy difícil, pero que removeré las estrellas cuando sea necesario para ofrecerte la más brillante en tus días oscuros. Sepa que pretenderé detener el tiempo en cada caricia, solo para hacerla eterna. Entiéndalo no como condiciones, sino como una forma de vivir el amor, conmigo.
SML

jueves, 2 de junio de 2016

Trueques

Cambio besos por abrazos
y miradas por sonrisas.
Cambio tiempo por espacio
y soledad por compañía.
Cambio mis noches de insomnio,
por la claridad de tus días.
Y si me das a elegir,
cambio la eternidad de mi muerte,
por un minuto de tu vida.
William Osorio Nicolas