Y a pesar de un temblor incontrolable, una respiración entrecortada y un sudor frío. A pesar de un malestar corporal que la dejó totalmente exhausta, fue el mejor momento del día. De aquel día, y de toda su semana. Él la rodeaba tan fuerte con sus brazos que no podría escapar; estaba a salvo, como en casa.
SML
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