Me asusta la incertidumbre, las promesas, las palabras sinceras, las mentiras. Un "para siempre", un "nunca", un "adiós". Me asustan las miradas que desvelan secretos, y los secretos en sí mismos. Me asusta el amor, porque puede volverte loca de todo, o de nada. Porque por más veces que digas "ya no más", éste te vuelve a encontrar terminando atrapándote en sus redes.
Me asusta la amistad, porque a veces no es para siempre y duele; y otras, duele porque lo es. Porque la distancia enfría y separa.
Pero sobre todo, me asusta la pérdida. Sea eterna o circunstancial. Porque es ahí donde todo confluye. Promesas a medias, incumplidas, perdidas. Palabras mudas, mentiras ocultas. Alguien que se va "para siempre", a la que no volverás a ver "nunca". Un "adiós" en todo su apogeo. Un amor que se acaba, que se marchita. O una amistad que se descuidó, se disipó. Un querer y no poder. Un recuerdo perpetuo, imperecedero, inmortal.
SML
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